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Hoy nos apetecía hablar de la ansiedad,
¿Quién no ha tenido un ataque de ansiedad alguna vez?
La verdad es que pocas personas se pueden librar, con el estilo de vida que estamos llevando, más todas las situaciones derivadas de esta larga pandemia, es normal haber sufrido alguna crisis que otra, pero la buena noticia es que tiene remedio si no dejamos que vaya a más y decidimos tomar las riendas de la situación.
Si estás leyendo este post es que quieres tomar el control y no dejar que se apodere de tu vida.
La ansiedad es una respuesta de anticipación involuntaria del organismo frente a estímulos externos o internos, tales como imágenes, ideas, pensamientos, sentimientos, etc., y que los percibe nuestro cerebro como una amenaza.
En otras palabras, la ansiedad es parte de la base de la supervivencia.
Hasta ahí bien, ¿Pero y cuándo se convierte en algo peligroso?, cuando este estado se convierte en algo más habitual de lo deseado para la propia supervivencia.
El constante bombardeo de tragedias al que estamos expuestos, la presión por conseguir mejores resultados, el miedo al cual nos someten todos estos inputs externos y el exceso de dolor causado por llevar hasta el extremo a nuestro cuerpo, son los grandes causantes que estos episodios se conviertan en muy habituales.
Ahí es cuando es muy preocupante.
Es en ese momento cuando complementando la medicina tradicional con las terapias complementarias pueden llegar a solucionar el problema.
Normalmente con las terapias complementarias buscamos la raíz para desde ese punto y como si de un ovillo de hilo se tratara ir deshaciéndolo hasta conseguir que sanemos y recuperemos el control de nuestra vida.
Una de esas terapias complementarias sería la gemoterapia, que a través de los minerales y su energía consigamos controlar nuestra propia energía, liberando emociones, aquietando la mente, manteniéndonos en el aquí y ahora, perdonando lo mucho que nos juzgamos y de esta manera poder llegar a la raíz sin tener crisis de más.
Estos serían para nosotras los tips que nos proporcionarían un alivio rápido para la inmensa mayoría de los casos, aunque en función del desencadenante se podría variar, ya que no es lo mismo si es por un miedo, que por un sentimiento de culpa, de impotencia, el dolor continuado o causado por el estrés.
Recordad que siempre que lo necesitéis estamos encantadas de ayudaros, si tenéis dudas aquí estamos para compartir.
Solo escríbenos...
Un abrazo, Om Namaha Shivaya
INFORMACIÓN GENERAL
LA DE LES PEDRES